Ayudar, defender y prestar servicios a los refugiados mayas y a otras personas, según proceda, en los ámbitos de la educación, la salud, la inmigración, la continuidad cultural, la preservación de la familia y la capacitación, de acuerdo con la cultura maya, a medida que adoptamos nuestro nuevo entorno.
Defender los derechos inalienables que se otorgan a todas las personas a través del proceso natural de la vida para que los mayas puedan vivir espiritualmente en paz.