¡Saludos!
Ha pasado tiempo.
Me complace dirigirme a ustedes con motivo del relanzamiento de Piñata como boletín quincenal. Cada dos semanas, puede contar con nosotros para recibir información actualizada sobre Nuestra Labor, la última información sobre asistencia técnica y concesión de subvenciones para nuestras organizaciones afiliadas, e importantes investigaciones políticas.
El otro día hablaba con un colega sobre Piñata y su utilidad en la era de la recopilación de información a golpe de dedo. Me preguntaba si era la forma más eficaz de hacer llegar nuestro mensaje a nuestras organizaciones comunitarias, nuestros aliados y nuestros simpatizantes. Tuve que reflexionar sobre sus preguntas, pero cuanto más lo hacía, más me convencía de que Piñata no sólo sigue siendo útil, sino que es más esencial que nunca. La razón es sencilla, dos veces al mes en estas páginas digitales nos reunimos como comunidad de intereses. Aprendemos sobre cómo fortalecernos mutuamente, sobre cómo mejorar los servicios que prestamos a nuestras comunidades y sobre los grandes retos políticos a los que nos enfrentamos en este momento de crisis. Pero lo más importante es que se nos recuerde que no estamos solos en esta lucha.
A lo largo del primer semestre de 2018, me han recordado más de una vez que el trabajo que hacemos forma parte de un amplio esfuerzo nacional para proteger nuestros valores más preciados. Valores como la empatía y la equidad. Lo he visto en Puerto Rico, donde hemos trabajado con grupos comunitarios locales para instalar paneles solares en clínicas de salud comunitarias, hogares y negocios que se quedaron sin electricidad durante demasiado tiempo después del huracán María. Lo he visto en nuestros defensores de la educación que luchan cada día para dar a nuestros jóvenes la educación y las oportunidades que anhelan. Lo he visto en las madres que se han indignado por las inmorales políticas de inmigración del Presidente y han llevado a padres refugiados miles de kilómetros para ayudarles a reunirse con sus hijos. Lo he visto en los jóvenes becarios que ofrecen voluntariamente sus tardes para inscribir a nuevos votantes en comunidades latinas de todo el país. Lo he visto en los líderes de nuestras organizaciones sin ánimo de lucro miembros, que carecen de recursos y están desbordados, pero se niegan a decir que no a cualquiera que entre por sus puertas. Lo he visto en nuestro propio personal, que está creciendo y afrontando nuevos retos con ganas, con entusiasmo y un profundo sentido de la urgencia.
Mire donde mire, veo el trabajo duro, el esfuerzo, la convicción de que la visión de Estados Unidos que ofrece la actual Administración es una aberración; una aberración dolorosa, sin duda, pero que no durará mucho. Lo sé porque allá donde voy, en nuestras comunidades, veo los verdaderos Estados Unidos. Una América en la que los vecinos se unen para ayudarse mutuamente. Donde acogemos a todo el mundo porque sabemos que todos venimos de algún otro lugar. Donde las nobles ideas de igualdad, justicia e imparcialidad no son objeto de burla y menoscabo, sino que son honradas y ampliadas. Esa América está ahí fuera, y a veces no la vemos con claridad, pero está viva y prospera.
Y mientras estemos dispuestos a trabajar unos con otros -sin distinción de raza, clase, sexo, orientación sexual o condición jurídica-, Estados Unidos saldrá ganando.
Espero que, al leer este nuevo número de Piñata, quedes impresionado por el trabajo que Hispanic Federation ha realizado durante el primer semestre de 2018. También espero que sepas que no estás solo. Hoy y todos los días, hay toda una comunidad a tu lado.
Con mucho cariño,
José