Cada año, nuestra Gala Anual nos da mucha esperanza y fuerza. Se trabaja mucho para que el evento sea un éxito. Largas horas, largas noches. Pero nunca me canso de ver cómo un lugar como el Museo Americano de Historia Natural cobra vida con cientos de nuestros más firmes partidarios y amigos más cercanos. Me llena de orgullo porque sé todo el bien que nuestro colectivo hace posible. Sé que juntos formamos una gran familia que comparte valores y sueños comunes y levanta millones de vidas en todo el país. Y como sabemos lo mucho que está en juego, el importante trabajo que tenemos por delante, no es de extrañar que este año hayamos recaudado juntos la cifra récord de 2,6 millones de dólares para impulsar nuestras causas comunes.
Por muy importante que sea para nosotros recaudar esos fondos, sabemos que nuestra reunión fue más allá de los dólares y los céntimos. El tema de la gala de este año fue E Pluribus Unum. De muchos, uno". Nuestra decisión de centrarnos en este lema nacional de nuestro país no fue casual. Hace sólo cuatro años, ese lema parecía irrefutable, incuestionable e indiscutible. Pero hoy en día es un valor constantemente atacado.
Si echamos un vistazo a nuestro país, veremos que las fuerzas de la división y el miedo se sienten envalentonadas. Observan la diversidad de Estados Unidos y ven una amenaza. Toman nuestra compasión y nuestra preocupación por los demás y ven debilidad. Creen que nuestro empeño en ampliar la igualdad y las oportunidades para todos significa menos para ellos. Se equivocan, por supuesto. La grandeza de Estados Unidos reside precisamente en su diversidad, en su compromiso de ser una nación esperanzada, un faro de oportunidades para sus residentes y para todo el mundo.
Todos hemos observado los preocupantes acontecimientos de estos últimos tres años: la constante demonización de los inmigrantes, Charlottesville, nuestros Dreamers puestos en peligro, los esfuerzos para socavar el acceso de las personas a la atención médica, el cruel desprecio de nuestros conciudadanos estadounidenses en Puerto Rico y los niños migrantes arrancados de los brazos de sus padres.
Esta no es la América del e pluribus unum. Es la América de la ira y la estrechez de miras. Es una América de unos pocos que cree que para que una persona salga adelante, muchos deben sufrir. Que mi bienestar y mi éxito no están relacionados con los tuyos. Que para que yo gane, tú tienes que perder.
Pero la buena noticia es que ninguno de ustedes ha permanecido callado o inactivo mientras se producían estas acciones fundamentalmente antiamericanas. Han respondido de manera inequívoca a través de Nuestra Labor. Ese es el claro mensaje que cada uno de ustedes ha enviado al unirse a nosotros en la Gala. Todos entendemos que nuestra fuerza como nación proviene de nuestra diversidad, empatía y compromiso de ser un faro de oportunidades y democracia. También sabemos que nuestra comunidad es más fuerte cuando permanece unida.
En nombre de nuestra Junta Directiva y de nuestro personal, gracias por creer tan firmemente en nuestra misión y en el trabajo que llevamos a cabo para hacer avanzar una América de e pluribus unum.
¡Gracias siempre!