Por fin. Mañana es el día de las elecciones. Sé que muchos de ustedes están agotados y muy decepcionados con la campaña de este año. Yo también lo estoy. Ha habido tanta negatividad, tanta recriminación, tantos ataques a nuestras comunidades que algunos días me he sentido reticente a leer un periódico u otra noticia sobre la carrera hacia la Casa Blanca.
A pesar de nuestro agotamiento colectivo, al entrar en la recta final de estas elecciones, debemos estar más concentrados que nunca. Hay demasiado en juego como para no estarlo.
La gran noticia es que ¡lo conseguimos! Los votantes latinos de todo el país se han movilizado como nunca antes. El New York Times ha informado hoy mismo de que "cerca de un millón de los casi 6,2 millones de votos anticipados contabilizados hasta primera hora del domingo habían sido emitidos por hispanos, un aumento de casi el 75% respecto a 2012." En Arizona y Nevada se están registrando cifras récord similares de participación latina.
Estoy muy orgulloso de haber estado allí con varias de nuestras organizaciones hermanas nacionales para ayudar a impulsar la participación de los votantes latinos. De hecho, Hispanic Federation ha pasado la mayor parte de 2016 asegurándose de que registramos, educamos y movilizamos a decenas de miles de votantes latinos en lugares como Florida. Ahora, con el día de las elecciones a la vuelta de la esquina, estamos centrados en movilizar a un mínimo de 150.000 votantes latinos en los últimos días antes del día de las elecciones a través de llamadas a las puertas y de una nueva operación tecnológica de envío de mensajes de texto. Cientos de miles de latinos más participarán a través de nuestros anuncios de servicio público y plataformas digitales, radio y televisión en español. En resumen, estamos haciendo más que nunca porque sabíamos que teníamos que hacerlo.
Esta temporada de campaña ha sido difícil. Realmente difícil. Pero también ha sido inspiradora. Realmente inspiradora. Frente a la fealdad y el vitriolo, los votantes latinos han respondido participando activamente en el proceso electoral. Se han organizado, han asistido a debates, han escrito cartas a sus periódicos locales y han ayudado a sus vecinos a registrarse para votar. Han hecho todo esto porque saben que lo que está en juego no podría ser mayor. No recuerdo una época en la que estuviera amenazado tanto de lo que valoramos como comunidad. Pero tampoco puedo recordar un momento en el que haya visto a mi comunidad -nuestra comunidad- ponerse a la altura de las circunstancias. Cuando tantas personas de nuestros barrios se han sentido al mismo tiempo desafiadas y decididas a opinar sobre el futuro de la nación. Esto es más que unas elecciones. Se trata de nosotros. De nuestras familias. Ha sido un camino largo y difícil. Lo sabemos. Pero el martes, ¡es hora de levantarse y votar!