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"Hoy marca un punto de inflexión en la historia estadounidense. Después de casi tres años de un presidente que desprecia las normas, las leyes y la Constitución de nuestro país, la Cámara de Representantes ha decidido finalmente abrir una investigación formal de destitución contra el presidente Trump. La acusación de que el presidente intentó coaccionar a un gobierno extranjero para que interfiriera en unas elecciones estadounidenses reteniendo ayuda estadounidense a cambio de favores políticos es de la máxima gravedad y merece una investigación completa y exhaustiva por parte del Congreso.
Pocas cosas son tan importantes en una democracia como la integridad del sistema electoral, y las acusaciones de que el sistema ha sido comprometido nada menos que por nuestro propio Presidente golpean el corazón de nuestra fe en el gobierno. Nuestra comunidad ha luchado demasiado y durante demasiado tiempo para salvaguardar nuestros derechos políticos como para que el sistema se vea socavado por quienes anteponen su beneficio personal a la nación. Esperamos que los dirigentes que han jurado proteger la Constitución lo hagan.
La idea de que en Estados Unidos nadie debe estar por encima de la ley -ni siquiera el Presidente- es un poderoso testimonio de la fortaleza y resistencia de nuestro sistema de gobierno. Aplaudimos a los líderes de la Cámara por garantizar el respeto de este principio.
El presidente Trump tiene derecho a una audiencia completa y justa. Sin embargo, no tiene derecho a actuar con cruel desprecio por las leyes y los principios de nuestra nación. Ha llegado el momento de hacer que el Presidente rinda cuentas por sus palabras y acciones. Los estadounidenses no merecen menos".
