Hoy es un aniversario sombrío para Estados Unidos. Hace veinte años, en un fresco día de septiembre, los terroristas atacaron el World Trade Center, el Pentágono e intentaron atentar contra el Capitolio. Los atentados se cobraron casi 3.000 vidas, hirieron a decenas de miles y dejaron profundos traumas -tanto físicos como emocionales- que durarán toda la vida. Como organización con sede en el Bajo Manhattan, muchos de nuestros empleados presenciaron y vivieron una gran tragedia aquel día. Cuando miramos atrás, tenemos claro que ningún acontecimiento de nuestro pasado nos ha dolido tanto y nos ha marcado tanto.
En los años transcurridos desde entonces, cuando hemos respondido a otras tragedias y catástrofes nacionales, nunca hemos olvidado cómo los neoyorquinos y los estadounidenses de todo el país se unieron para ayudar, llorar y reconstruir. Esta es la lección del 11-S que siempre recordaremos. Cómo la unidad es una fuerza más poderosa que el mal y cómo un pueblo unido puede superar cualquier desafío. Dos décadas después del 11 de septiembre, seguimos sintiéndonos profundamente inspirados por los primeros intervinientes y otras personas que dieron tanto -en algunos casos, sus vidas- para ayudar a sus conciudadanos estadounidenses.
En nombre de toda la familia Hispanic Federation , hacemos llegar nuestros deseos de consuelo y paz a todos aquellos que sufrieron profundas pérdidas personales el 11 de septiembre. Reafirmamos nuestro compromiso de seguir ayudando a los más necesitados de apoyo y esperanza. Y nos comprometemos de nuevo con la labor de justicia, libertad y unidad que constituye el centro de nuestro carácter nacional.