NUEVA YORK, NY - Hispanic Federation El Presidente José Calderón emitió la siguiente declaración con respecto al discurso del Presidente Trump sobre el muro fronterizo:
"En su discurso de anoche a la nación en horario de máxima audiencia, el presidente Trump optó una vez más por utilizar su cargo para avivar las llamas de la xenofobia, el miedo y la división. Ha construido su carrera política vomitando una retórica antiinmigrante incendiaria y sin fundamento, y esta noche se aseguró de tocar todos sus temas favoritos de alarmismo.
El Presidente afirmó que los inmigrantes traen y aumentan la delincuencia en Estados Unidos. Eso es manifiestamente falso. Los datos recopilados por las fuerzas del orden, los estados y los investigadores muestran que la delincuencia ha disminuido en casi todos los lugares en los que ha aumentado la población inmigrante. Trump también pintó una frontera sin ley invadida por hordas cada vez mayores de extranjeros. Eso también es una mentira flagrante. Los cruces fronterizos no autorizados se han reducido casi un 80% desde 2000, y los agentes de patrulla en la frontera sur casi se han duplicado en este periodo de tiempo.
El Presidente también insinuó que los inmigrantes son malos para nuestra economía y hacen bajar los salarios de nuestra comunidad de trabajadores. Se trata de una vieja y regurgitada falsedad utilizada por quienes desean dividir y perjudicar a las clases trabajadoras de nuestra nación. Numerosas investigaciones confirman que nuestra economía se levanta -y en muchos ámbitos se sostiene- gracias a los trabajadores inmigrantes.
Por último, Trump volvió a decir que México, de alguna manera, indirectamente, a través de artimañas financieras tal vez, pagaría por la construcción de un muro en nuestra Frontera Sur. También podría haber afirmado que iba a vender la escritura del puente de Brooklyn para pagar el muro. Ambas cosas son igualmente creíbles.
El hecho es que la única crisis en la frontera hoy en día es la crisis humanitaria que el Presidente ha creado a través de su cruzada para dañar, castigar y desgarrar a las familias y comunidades inmigrantes. De hecho, hemos visto de primera mano el impacto de las acciones del Presidente: familias a las que se les niega refugio de la violencia, hijos e hijas separados de sus padres, inmigrantes que sufren abusos físicos a manos de las fuerzas del orden, y niños migrantes de tan solo siete años que mueren de deshidratación y agotamiento mientras están bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
Para colmo de males, el Presidente tiene ahora como rehenes a nuestro presupuesto nacional -y los sueldos de 800.000 trabajadores federales y servicios vitales de los que dependen los residentes de nuestra nación- para pagar un muro despilfarrador e innecesario que costaría al contribuyente estadounidense más de 5.000 millones de dólares.
El pueblo estadounidense se merece algo mejor. Hacemos un llamamiento al Congreso para que utilice sus poderes constitucionalmente conferidos para desafiar las directivas perjudiciales del Presidente, reabrir nuestro gobierno y garantizar que nuestro país siga siendo un faro de esperanza y promesa para todos los estadounidenses y para aquellos que deseen unirse y contribuir a nuestra nación de inmigrantes."