Hispanic Federation El Presidente José Calderón ha emitido la siguiente declaración sobre el fallecimiento del Senador John McCain.
Estados Unidos perdió anoche a uno de sus mejores hijos. La muerte del senador John McCain a consecuencia de un cáncer cerebral puso fin a una vida definida por el servicio a nuestra nación. Desde sus días como aviador de la Marina en la guerra de Vietnam hasta sus más de tres décadas de servicio en el Senado de los Estados Unidos, John McCain entregó su cuerpo y su mente a la República y proporcionó un ejemplo de abnegación y sacrificio que puede que no volvamos a ver.
El legado del senador McCain es complicado y refleja a un hombre difícil de encasillar. Nuestra comunidad tiene una deuda de gratitud con él por su voto decisivo para proteger la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible el año pasado. Y su labor en favor de los inmigrantes como miembro de la Banda de los Ocho demostró que existía un camino viable hacia la reforma de la inmigración para quienes estaban más motivados por la resolución de problemas que por el partidismo. En otras ocasiones, estuvimos en bandos opuestos, como su apoyo al último plan fiscal republicano. Sin embargo, aunque Hispanic Federation y yo hayamos discrepado de las preferencias políticas del senador McCain, esos desacuerdos se inscribían en el espíritu de tensión respetuosa que debería definir a nuestra nación y que con demasiada frecuencia no lo hace.
Tuve el placer de cruzarme con el senador McCain en 2009, durante la toma de posesión del presidente Obama. Le comenté entonces que me sorprendía verle caminando entre la multitud de gente que se había reunido para celebrar la elección del primer presidente afroamericano de nuestra nación. Se volvió hacia mí y me dijo: "Hoy es un día para celebrar nuestra democracia". En ese momento, me vino a la mente la imagen de McCain yaciendo destrozado en un hospital norvietnamita. Ya fuera como prisionero de guerra o como candidato presidencial derrotado, John McCain era un patriota.
Antes de su muerte, el senador McCain señaló que la suya fue una "vida feliz vivida en el servicio imperfecto a un país hecho de ideales, cuyo servicio continuado es la esperanza del mundo". Honremos su legado comprometiéndonos a un "servicio imperfecto" en nombre de la nación que él, y nosotros, tanto amamos.