Desde su fundación en 1990, la Federación ha creado un legado de compromiso, defensa y atención en apoyo de la población inmigrante de nuestra nación. Cada día, nuestras organizaciones comunitarias (CBO) enseñan inglés, prestan asistencia sanitaria, promueven la alfabetización financiera y facilitan la integración de inmigrantes ciudadanos y no ciudadanos en nuestra sociedad. Apoyamos y complementamos el trabajo de nuestras CBO abogando por políticas públicas a nivel local, estatal y federal.
Existe un amplio consenso en que nuestro sistema de inmigración está irrevocablemente roto, plagado de atrasos en la tramitación de visados, retrasos burocráticos y políticas obsoletas que perjudican a nuestras familias, comunidades y nación. Desgraciadamente, la audiencia de hoy, en la que se cuestiona el papel de la "ciudadanía por derecho de nacimiento" en nuestra democracia constitucional, no contribuye en nada a avanzar en soluciones prácticas para abordar los problemas de inmigración de nuestra nación. Lo que hace en cambio es promover los esfuerzos de aquellos que desean fomentar una mayor división en los Estados Unidos y socavar los derechos civiles de los latinos y otras grandes comunidades de inmigrantes. Hispanic Federation se opone incondicionalmente a las propuestas para alterar la forma en que se concede la ciudadanía a los nacidos en los Estados Unidos. Estos esfuerzos representan un ataque a los valores más sagrados y a los principios constitucionales de nuestro país y deben ser rechazados enérgicamente por todos los miembros del Congreso.
Historia de la 14ª Enmienda
La 14ª Enmienda se adoptó tras la infame sentencia Dred Scott de 1857, que sostenía que los esclavos liberados y sus descendientes nunca podrían ser ciudadanos estadounidenses. Durante esta época, los estados de todo el país promulgaban leyes para impedir que los afroamericanos ejercieran cualquier tipo de poder, como votar, formar parte de jurados y poseer tierras. Como resultado de esta decisión, Estados Unidos estaba formado por individuos que habían nacido en América, pero que nunca podrían convertirse en ciudadanos del país al que llamaban hogar. La cláusula de ciudadanía se creó para solucionar este problema.
No podemos permitir que se repita este vergonzoso periodo de nuestra historia. Actualmente, nuestra nación está dividida por estados con políticas a favor y en contra de los inmigrantes. Lamentablemente, en la última década hemos tenido que hacer frente continuamente a políticas federales, estatales y locales equivocadas que tratan de impedir que los inmigrantes obtengan algún tipo de posición, oportunidades y capacitación en sus comunidades. Los Estados están gastando recursos en el intento de socavar la ayuda administrativa federal y promulgando leyes que pretenden impedir que las minorías voten mediante la aplicación de estrictas leyes de identificación de votantes. La eliminación del núcleo de la cláusula de ciudadanía sería análoga a las secuelas de la decisión Dred Scott, provocando el caos y el alboroto dentro de los EE.UU. hasta que se tomen medidas inevitables para restaurar la ciudadanía por derecho de nacimiento.
Apátridas
La modificación de la cláusula de ciudadanía por derecho de nacimiento crearía una gran población de apátridas en Estados Unidos. Los niños nacidos y criados en Estados Unidos no sólo no tendrían derecho a la ciudadanía estadounidense, sino que en gran medida no tendrían derecho a la ciudadanía de ningún país. En esencia, nuestra nación ayudaría a crear una gran subclase de individuos que no tendrían nacionalidad ni documentación de identificación y estarían permanentemente sujetos a un trato dispar y adverso basado únicamente en su origen étnico y en el origen nacional y la raza de sus padres. En otras palabras, retrocederíamos en el tiempo y volveríamos a una época anterior a la Guerra Civil de discriminación sancionada y aplicada por el gobierno federal contra las personas nacidas en nuestro país.
Conclusión
Hispanic Federation insta al Congreso a rechazar enérgicamente los esfuerzos que pretenden socavar la ciudadanía por derecho de nacimiento en nuestra constitución. Vemos de primera mano cómo nuestra comunidad prospera cuando poseen la ciudadanía, contribuyendo a nuestra economía y sociedad. También vemos cómo sufren cuando son indocumentados, viviendo una vida de lucha y pobreza, susceptibles de ser víctimas de la delincuencia.
Los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en Estados Unidos han contribuido significativamente a nuestro país. Han pagado impuestos, han creado empresas, han servido en nuestro ejército y han ocupado cargos públicos. No debemos olvidar que los Estados Unidos de América son en su esencia una nación de inmigrantes. Es nuestra fuerza y el núcleo de nuestro sistema de valores. En lugar de perder un tiempo valioso considerando propuestas tan divisivas, instamos al Congreso a promulgar leyes que ayuden a los inmigrantes a trabajar duro y contribuir a sus familias, comunidades y nación como siempre han hecho.
